martes, 1 de julio de 2008

G8 Y SU VERDADERA ESTIMULACION

¿Qué es el G8?- El G8 es el "club de los más ricos". Está formado por los cabezas de estado de los siete países más industrializados, ricos e influyentes del planeta (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido), más Rusia (que no es de los más industrializados ni de los más ricos, pero sí de los más influyentes). Los gobernantes de estos ocho estados se reúnen una vez al año en lo que se conoce como la “Cumbre del G8”, para hablar sobre la evolución de la economía, la política y la sociedad mundial, y para acordar líneas comunes de actuación en dichos campos. A lo largo del año, los ministros de economía, comercio, relaciones exteriores, medio ambiente, trabajo, etc., se encuentran para ir preparando la Cumbre anual, acercando posiciones y negociando consensos.

Un simple Foro de discusión...- El G8, teóricamente, no tiene poder decisorio dado que, como afirman los que lo forman, es un “simple foro de discusión”. A lo largo de su historia, sin embargo, ha demostrado que las reuniones y Cumbres del G8 van mucho más allá de un simple intercambio de impresiones entre los líderes de las potencias económicas. El G8 ha ido buscando soluciones y estrategias comunes para hacer frente a los problemas detectados, en función siempre de los intereses propios. Cumbre tras cumbre, encontramos una invariable reafirmación por parte del G8 de las bondades de la globalización neoliberal y un impulso continuo de las reformas que lo deben permitir: liberalización comercial y financiera, privatizaciones, flexibilidad del mercado laboral y políticas macroeconómicas deflacionarias como el déficit cero en el presupuesto y los elevados tipos de interés. A menudo, este mensaje se ve diluido en los medios de comunicación detrás de anuncios espectaculares en temas como la lucha contra la pobreza, las iniciativas de reducción de la deuda o las ayudas en la lucha contra las enfermedades infecciosas como el sida o la malaria.

No siempre son efectivos- Pero mientras el G8 se muestra implacable en el impulso de las políticas neoliberales, no ha mostrado tanta diligencia en la lucha contra la pobreza, la cancelación de la deuda o la erradicación del sida, incumpliendo sus promesas año tras año. Algunos ejemplos han sido: el aligeramiento de la deuda externa en forma de la Iniciativa HIPC: de los 110 mil millones de dólares prometidos en 1999, en junio de 2003 se habían hecho efectivos menos de un tercio; aportaciones millonarias al Fondo Global de Salud por la lucha contra el sida y otras enfermedades; de los 13 mil millones de dólares anuales prometidos en 2001, tan sólo se han hacho efectivos 350 millones al año; o destinar el 0,7% del PIB a Ayuda Oficial al Desarrollo: a pesar de las promesas hechas desde 1981, ninguno de los países del G8 llega actualmente al 0,33% (OCDE, 2003).

El poder del G8- El G8 no tiene formalmente capacidad para implementar las "soluciones" que diseña. Para conseguir que sus iniciativas, las que realmente interesan, tiren adelante, el G8 cuenta con el poder de sus países miembros en las instituciones internacionales como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el FMI o la OMC. De hecho, de los cinco miembros permanentes (con derecho a veto) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuatro son miembros del G8, y en el marco del Banco Mundial y el FMI los países del G8 acumulan más del 44% de los votos. En las negociaciones en el marco de la OMC, los países del G8 también acostumbran a funcionar como un bloque formado por la UE, Japón, Estados Unidos y Canadá.

¿Por qué Rusia?– Hasta junio de 2001 el G8 había sido siempre, y desde su nacimiento en 1976, el Ge, formado por los siete países más industrializados del mundo. Desde 1991, con la desintegración de la URSS, Rusia empezó a ser invitada a participar de forma parcial en algunas reuniones del G7. Esta participación se hizo anual desde 1997, aunque Rusia siempre había quedado excluida de las discusiones sobre temas de economía y finanzas. En la cumbre de Kananaskis (Canadá, 2001), el G7 se convirtió definitivamente en G8, con la admisión de Rusia como miembro de pleno derecho a todas las discusiones. Esto ha sido considerado como un premio por el esfuerzo de Rusia por incorporarse a la economía de mercado. Hay que tener en cuenta que Rusia no se encuentra entre las ocho primeras economías industrializadas del mundo, ni tan sólo entre las diez primeras. Aunque el hecho de que sea una potencia nuclear seguramente ha influido en la entrada de este país en el Club de los países más poderosos del planeta.

Falta de transparencia, falta de democracia– A pesar de la relevancia de estas cumbres, las discusiones del G8 son secretas. No existe transcripción de las mismas y los documentos preparatorios, aun siendo elaborados por funcionarios públicos de los países miembros, son generalmente también secretos y muy raramente salen a la luz pública. Los únicos documentos totalmente públicos son las declaraciones finales. La falta de transparencia es total en el G8 y la ciudadanía sólo nos llegamos a enterar de lo que quieren que conozcamos. La falta de democracia es aún más evidente si pensamos en el efecto que en todo el mundo tienen las decisiones tomadas en las cumbres del G8 y lo comparamos con que los países del G8 representan solamente al 10% de la población mundial.

Movilizaciones contra el G8– En los últimos años, las reuniones del G8 se han convertido en un foco de protestas por parte de movimientos sociales diversos. En la cumbre de Birmingham, en 1998, más de 70.000 personas trazaban una cadena humana alrededor de la sede de la Cumbre del G8, convocada por Jubilee 2000 en el Reino Unido, para reclamar la cancelación de la deuda de los países empobrecidos. A partir de aquel momento, año tras año movimientos sociales de diferente cariz se han dado cita para movilizarse en contra de las políticas impulsadas por el G8, de la falta de democracia que significa la existencia de este grupo, etc.

En Génova, en julio de 2001, se produjeron las movilizaciones más masivas, y también la represión más violenta por parte de la policía. Los líderes del G8 se reunieron en una ciudad dividida, entre la zona roja, cerrada por muros y vallas casi infranqueables, y el resto de la ciudad, tomada por los manifestantes. El resultado de la represión fue un manifestante muerto, miles de heridos y cientos de detenidos. Desde entonces el G8 huye de las grandes ciudades para reunirse en lugares inaccesibles para los manifestantes: en 2002 en Kananaskis, un centro de esquí en las montañas de Canadá, y en 2003 en Evian-les-bains, los Alpes franceses (cerca de la frontera con Suiza). Este hecho, sin embargo, no desalienta a la sociedad civil que, a pesar de no poder llegar hasta el lugar de la reunión, ha mantenido movilizaciones y contracumbres en localizaciones próximas.

La participación española en el G8– El Estado español no es una de las potencias económicas que forman parte del G8. La única relación con este grupo es a través de la participación de la Unión Europea. La UE está representada en las Cumbres del G8 por el presidente de la Comisión Europea (actualmente Romano Prodi) y por el Presidente de turno del Consejo Europeo. En este sentido, la participación española más directa se dio en la última cumbre del G8 en Kananaskis (2001), en la que participó el presidente del Gobierno español, José María Aznar, como presidente del Consejo Europeo. En esta ocasión, las declaraciones que más trascendieron a la prensa sobre la participación de José María Aznar fueron las siguientes: “El otro día, en Canadá [durante la cumbre del G-8], estaba con el presidente Bush cuando éste puso los pies encima de la mesa y me preguntó: '¿Sigues haciendo deporte?'. Yo le dije que sí y él comentó: 'Hago cuatro kilómetros en 6m. 24s.'. Yo puse los pies encima de la mesa y le respondí: 'Yo hago 10 kilómetros en 5m 20s. Es la primera vez que superamos a EE UU en algo”.

¿Qué es, en definitiva, el G8?- El G8 es realmente el foro donde se diseña la globalización capitalista neoliberal, donde se toman, de facto, decisiones clave sobre la gestión de la política y la economía mundiales. Es un gobierno mundial a la sombra, dominado por los presidentes de unos estados que representan al 60% de las riquezas mundiales... y a poco más del 10% de la población mundial...

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