miércoles, 14 de agosto de 2013

Los limites

Todo el tiempo creí que vivir sin límites era la búsqueda en las cosas que hacía, no obstante, hoy creo que son muy necesarios, recordaba una frase que decía “hasta el pasto se debe cortar para controlar su crecimiento”, y es cierto una vida sin límites es un disparo al aire que no da sentido existente más que el egoísta sentido propio.
Desde que existo con gracia de pensar o de decidir he buscado con ansias tener una versión propia de la realidad  la cual, se basa en libertad, tanto para opinar, decidir, actuar, reclamar, solicitar, etc. No significa que no encuentre que eso es imprescindiblemente necesario, sin embargo, participar de todas nuestras decisiones sin paralelos y márgenes nos lleva a ser una luz brillante que destella una cegadora y atrayente forma de atracción pero con un tiempo límite, entonces como poder hacer que esto perdure, por ejemplo una relación amistad, pareja, laboral, económica, trivial, familiar, etc. Todo debe tener ciertos parámetros de otra forma todos cruzaríamos según nos dé la gana sin importarnos lo que sucede con el otro u otros, por lo tanto, es aquí donde me sigo preguntando, estará todo adherido a tener límites propios o necesariamente a aquello que otros nos impongan y sean estos bueno con nosotros como cuando somos niños y nuestros padres deciden en su mayoría si es correcto o no, si es necesario o no, si está bien o mal, etc. Tantas veces luche por mi emancipación de decisiones que hoy cuando las tengo en su casi magnitud solicito a gritos que alguien me obligue a hacer lo correcto pero que esta orden sea tal que no pueda debatirla, objetarla, rechazarla o huir de ella, que simpático recordar que de un tiempo a esta parte internamente siento que he debatido, objetado, rechazado y huido de todo control que me han tratado de dar, por consiguiente, replicado de todas las formas ya sea, explosivas como: enojándome, despotricando, regañando,  usando malas palabras para referirme, etc. Pero también lo he hecho de manera  implosiva: frustrándome pensando, entristeciéndome, colocándome rojo de ira, silenciándome, apretar mis dientes, sentarme horas tras horas pensando solo en la forma que me lleve a otro lugar ojala en ese momento, entonces insisto en la premisa de necesitar un límite pero como podría tenerlo si no acepto el compromiso de escuchar y entender que otro puede ver las cosas mejor que yo, por ende, ayudarme a mejorar o prevenir algo que no esté bien, mi búsqueda es prácticamente paupérrima ya que, las personas que han dado limites a mi vida hoy por hoy se acaban, por lo cual, ya no interesa si es limite lo que necesito o dejar de sentir soledad lo que realmente se requiera, lo único realmente cierto en todo esto es que no lo sé.

No hay comentarios: